"Arte en el proceso"
El trabajo de Javier Pinilla está basado en el arte conceptual, el expresionismo abstracto y el surrealismo, además de fusionar registros autobiográficos en cada uno de sus lienzos. El resultado es una producción de superficies tridimensionales y cromáticas de incontables capas de materia sedimentada, que da como resultado un nuevo tipo de arte geológico experimental.
El motivo para iniciar la mayoría de sus cuadros son lugares vividos a través de los viajes, Pinilla parte de paisajes y recuerdos, que por medio de su técnica pictórica se desvelan como territorios extraordinarios, táctiles, reales y psicológicos. Por ello, se puede observar en su trayectoria artística familias de ecosistemas de diferente naturaleza, como por ejemplo, las series Marinas, Corales, Líquenes, Flora, o Las Ciudades Perdidas.
Javier Pinilla nació en Madrid, ciudad donde se formó como arquitecto en la Escuela Politécnica. Esta suerte le permite retroalimentar la disciplina artística de la pintura con el conocimiento técnico de la primera, y viceversa. Desde el punto de vista plástico, su producción se define mediante la unión de precisión y abstracción, de materialidad y movimiento, y para representarlo emplea efectos tridimensionales de profundidad mediante una técnica escultórica sobre el lienzo que se aproxima al bajo relieve.
Sus cuadros de gran formato emplean una técnica mixta basada en la experimentación material que ha desarrollado en su estudio durante los últimos diez años. Desde el punto de vista técnico, los cuadros de Pinilla se realizan mediante acción gestual sobre el soporte mezclando dosificaciones muy precisas de materiales cotidianos y pigmentos de laboratorio. A los elementos específicamente pictóricos añade sustancias orgánicas como sulfato de calcio, cloruro de sodio ó procesados de almidón, junto con compuestos de vinilo mecanizados con láser. Por ello, su trabajo consigue un aspecto único y reconocible, es una pintura matérica de sorprendente energía.
